Muchos dicen que el monolingüismo es el nuevo analfabetismo. Los hablantes de idiomas no deciden hablar uno para solo poder hacerlo con sus mentes, sino que hay una voluntad comunicativa con otros. Sin que haya al menos dos hablantes, no hay posibilidad de un idioma. Es por eso que los eventos para hablantes de idiomas son tan exitosos, pues permiten los encuentros de personas que aman hablarlo y que quizás estuvieron esperando mucho tiempo para ello.
Diferentes enfoques
Lo bueno que hay en la industria MICE es que los eventos, congresos, ferias y demás, pueden tener enfoques totalmente diferentes. Por ejemplo, uno de los más populares es el de los profesores de idiomas. En un país hispanoparlante, son frecuentes los congresos de profesores de francés o inglés, donde pueden reunirse, compartir experiencias pedagógicas y dictar conferencias con sus investigaciones.
Sin embargo, ese dista de ser el único enfoque. Hay, simplemente, congresos de hablantes y amantes de los idiomas. Esto es más común en lenguas con pocos hablantes, como el esperanto, que anualmente organiza sus congresos mundial y juvenil, y que se han ido consolidando con los años como una forma de unir a los esperantistas de todo el mundo.
Pero también pueden hacerse desde una óptica local, por ejemplo, reuniendo en un congreso a hablantes de lenguas regionales que están en desuso o de lenguas indígenas y tribales. Es por esto que los eventos sobre idiomas son tan variados: sus enfoques y oportunidades de negocio son infinitas.
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